"El héroe y su mejor amigo". El reputado periodista y cronista Enric González, en su famoso 'Historias del Calcio', cuenta cómo Cassano y Totti forjaron amistad en Roma. Una amistad que hoy perdura, pero cuyo impacto en el fútbol apenas rozó el potencial que se le advertía. Una amistad de dos caminos futbolísticos por el ansia financiero y de victoria de Cassano.
¿Son Totti y Cassano los jugadores con más calidad que ha dado el fútbol italiano en los últimos 20 años? La pregunta no es gratuita. No ha parido Italia futbolistas con tanto ingenio, calidad y fantasía en las últimas dos décadas. Capaces de lo mejor y lo peor, episódicos y guadianescos. Entre puertas grandes y faenas de aliño, tan deportistas como toreros. Gigi Buffon, Alessandro Del Piero, Andrea Pirlo... Estos son nombres de talla mundial y vitrinas rebosantes, pero más industriales, menos líricos, sin el aura de los dos samieses que compartieron techo en los primeros meses de vida de Cassano en Roma.
"¿Cómo no ser amigo de Francesco? Es algo imposible. Es una persona seria, humilde, decente. Cuando llegué a la capital durante los primeros cuatro meses me hizo vivir en su casa, donde vivía con su madre y su padre. Me hizo sentir como en casa, pero no es una forma de decirlo: estuve en su casa literalmente. Estuve con él hasta que encontré un apartamento para mí. Me ayudó a establecerme en una gran ciudad en poco tiempo. La diferencia entre Roma y Bari era abismal y yo corría el riesgo de perderme en todos los sentidos", contó 'Il Talentino' a 'Il Corriere dello Sport' en 2016.
En Trigoria, donde la Roma tiene su centro deportivo, se tomó la foto de Totti y Cassano. Una imagen que hace retroceder 17 años. No ganaron nada vestidos de 'giallorossi'. Un jovencísimo Cassano llegó a la gran urbe poco después de que la Roma levantara el que es su último 'Scudetto'. Cuatro años y medio duraron juntos hasta que se marchó al Madrid, donde se encontró nuevamente al 'Sargento' Fabio Capello, quien ya le tuvo en Roma. Un Capello que, por cierto, ha anunciado su retirada de los banquillos.
Totti es Roma y, desde el minuto uno, Cassano supo que debía juntarse con él. 'Francé' lo apadrinó de buena gana. "¿El mejor futbolista con el que he jugado? Cassano", ha dicho en varias ocasiones Totti. Sin los Capello, Emerson, Samuel o Cafú, espartanos del fútbol, el equipo aumentó su dependencia de Totti, gran emperador, y Cassano, un talento caprichoso.
El consejo de 'Il Capitano'
Empezaron los problemas cuando la Roma intentó renovarle y Cassano pidió cantidades, si bien no iguales a las de Totti, sí muy próximas. A partir de ahí, dislate tras dislate. Fue entonces cuando 'Il Capitano' le dio un consejo que aún hoy retumba en los oídos de un Cassano que intentó jugar este año en el Hellas Verona pero en donde duró ni un mes porque echaba de menos a sus hijos.
"Si hubiera escuchado el 10% de los consejos positivos que me dio, habría hecho otra carrera. Pero mi instinto y mi cabeza me han hecho seguir muchas veces mi camino. Esto no significa estar en lo cierto. Si hubiera escuchado a Francesco... Estábamos renovando mi contrato, venía el Madrid, era un momento difícil para mí y me dijo: 'Anto, recuerda: mejor ganar menos, pero estar encantado que ir a otro lugar del mundo y no estar 100% seguro. Me marché al Madrid... y duré año y medio. Me sedujo la oferta, pero si hubiera seguido el consejo de Totti, me habría quedado en Roma 10 o 15 años con él. Tuve que escucharlo, pero es algo habitual en mí, hacer las cosas instintivamente... Cometí un error, un error de los que hacen llorar", se confesó Cassano.
No a la Juventus
En la misma entrevista a 'Il Corriere dello Sport', Cassano asegura que pudo ir a la Juventus antes que a la Roma pero eligió esta opción "porque admiraba a Totti". "Le dije a mi abogado que no me importaba nada, ni la Juve. Fui a Roma para jugar exclusivamente con Totti", insiste.
"Uno teme que Antonio Cassano, poeta, pertenezca a la estirpe de los malditos. Un tipo como él no puede crear tanta belleza y quedar impune. La poesía es condensación, compresión de códigos en unos pocos signos. Y a eso se dedica Cassano en ese palmo cuadrado del área hacia el que confluyen el portero y un par de defensas y en el que un segundo es una vida", así le definía Enric González en marzo de 2004. No anduvo muy errado en su temor. El poeta no le hizo caso al héroe. Al menos (y no es poco), queda la amistad, tal y como se pudo ver en Trigoria a la espera de la llegada de Leo Messi y compañía.