Con lo bonito que prometía ser el 2-0. Porque los de Conte elaboraron un contragolpe de manual, primero con apertura a banda para Marcos Alonso. El madrileño puso la bola en el área, Willian la dejó pasar abriéndose de piernas y Hazard concetó con Zappacosta. Su tiro debía poner el lacre. Pero no fue así.
Kelly despejó en la línea de fondo, su rechace dio en el cuerpo del meta, Hennessey, y volvió a dar en el cuerpo del zaguero para marcharse directo a la red.
Valió igual que cualquier otro, pero no pasará a la historia como uno de los más bonitos que se haya visto en la historia de Stamford Bridge.
Al contrario, será difícil encontrar uno más absurdo. Al menos, esta jornada.
2-0 to Chelsea, Martin Kelly own goal #CFC #CHECRY pic.twitter.com/EBC11bMLpx
— nich (@nichB_) 10 de marzo de 2018