Según publicó 'Mirror', el Girondins de Bordeos dio calabazas a Arsene Wenger, que pretendía incorporar a Malcom para apuntalar la parcela ofensivo de un Arsenal en caída libre.
A sus 20 años, el delantero brasileño deslumbra en la Ligue 1 y su nombre ya figura en la agenda de varios equipos europeos, que volverán a la carga en el próximo mercado invernal.
A pesar de su juventud, el conjunto francés rechazó 42 millones de euros 'gunners', aventurando un traspaso estratosférico este verano.