"Me desperté pero tenía miedo de abrir los ojos. Kenny (su tío abuelo) había deslizado su mano por mis pantalones mientras yo estaba dormido y él me estaba acariciando. Me quedé helado", reveló Dyer en una entrevista al 'Daily Mail'.
"Estaba petrificado. No sabía qué hacer. Kenny debió de sentir que me había despertado porque comenzó a callarme y a tratar de tranquilizarme", agregó.
Siguió explicando cómo se produjo el abuso: "Él no dejaba de pedirme que le dejara terminar lo que estaba haciendo. Era como si estuviera en trance. Dijo que me compraría un montón de chocolate".
"Tiró de mis pantalones hasta mis tobillos. Sabía que estaba haciendo algo terriblemente mal, pero estaba congelado. No pude moverme. No podía hablar. No pude hacer nada", contó.
"Luego inclinó su cabeza sobre mi regazo y comenzó a intentar hacerme sexo oral. Todavía estaba aterrorizado. ¿Sabes cuándo tienes una de esas pesadillas cuando no puedes gritar? Fue así", explicó Dyer.
"Finalmente, logré alejarlo. Me volví a poner los pantalones. "No se lo digas a nadie", dijo. Este es nuestro secreto", desveló el ex internacional inglés.
Su tío abuelo Kenny murió cuando Dyer tenía 21 años. Por aquel entonces ya había fichado por el Newcastle y había debutado con Inglaterra de la mano de Keegan.
Dyer acudió al funeral de Kenny y vio cómo la gente lloraba por un monstruo. "No dije nada", dice, "pero pensé: ¿Por qué lloras por ese c*****?", admitió cuando alguien le ofreció un pañuelo.
"Sé que otros han sufrido terriblemente porque cosas similares, y peores, les han sucedido. Sé que algunos han sentido tanta desesperación y desesperanza que se han quitado la vida", afirmó el ex jugador del Newcastle.
"No estoy seguro de por qué no me pasó eso. Creo que tal vez fue que cada vez que jugaba al fútbol, esa era la manera de olvidar el dolor y el abuso", añadió.
Los abusos tuvieron terribles consecuencias. Estaba tan asustado por las noches, que Dyer durmió con su madre hasta que tuvo 16 años. Solían quitarle su peluche de Mickey y llamarle 'mariquita' por ello.
"Tenía mis cambios de humor y me decían: "No hables con él hoy, está malhumorado". Lo siento por ellos, lo cual es extraño", dijo el ex del West Ham.
"No quiero usar lo que me sucedió como excusa para los errores que cometí. En mi vida y carrera en el fútbol, cometí errores monumentales. Pero tuve una elección", afirmó en referencia a la ocasión en la que estrelló un Ferrari y cuando estuvo envuelto en un escándalo sobre un vídeo sexual en el que también participaron Rio Ferdinand y Lampard.
"Sabía lo que estaba bien y lo que estaba mal, y puedes elegir lo que está bien y lo que está mal. Pero con el abuso, es probable que sea la única cosa en la que no tuve elección. No había nada que pudiera hacer en ese momento", concluyó.