El fútbol comenzó su andadura internacional de la mano de los Juegos Olímpicos. Antes de inventarse el primer Mundial se disputaron dos torneos olímpicos en los que Uruguay se llevó la medalla de oro. Entorchados, por cierto, que fueron validados como campeonatos del mundo y que convierten a los charrúas como tetracampeones (de ahí las cuatro estrellas en su camiseta).
Tiras y afloja aparte, son dos Juegos Olímpicos que empezaron a demostrar el potencial del fútbol y que dieron paso a una idea que ya masticaba un empresario francés que terminó impulsando este deporte hasta encarrilarlo a lo que es hoy en día. Jules Rimet tenía una visión extraordinaria de negocio y era un auténtico enamorado del fútbol.
Antes de proponer la creación del Mundial, este francés se juntó con unos amigos para fundar un club en su país natal. Así nació a finales del siglo XIX el Red Star Football Club, que hoy en día sigue vigente, pero ya sin la importancia de antaño. De hecho, es uno de los fundadores de la Ligue 1, la cual no pisa desde 1975, y ha conseguido ganar cinco Copas de Francia. Actualmente militan en el Championnat National, que viene a ser la tercera división del fútbol francés. Jugadores como Paul Nicolas y entrenadores como el mítico Roger Lemerre pasaron por esta histórica entidad.
La visión global de Rimet cambió al fútbol para siempre
Al poco tiempo de fundar y presidir el club, Rimet tuvo que dar un paso al frente para seguir modelando el fútbol tal y como lo había imaginado. En un mundo en pleno progreso y con tintes beligerantes, el deporte se convirtió en una buena forma de aflojar tensiones, de digerirlas de otra manera. Asumió la presidencia de la Federación Francesa y se convirtió en el tercer presidente de la FIFA.
Bajo su mandato se creó la Copa del Mundo, que tuvo su estreno en Uruguay, con título para el organizador, que se destacaba como el gran dominador del fútbol mundial en el primer tercio del siglo XX, pese a la fama con la que contaba Inglaterra como país fundador de este deporte como tal. Las ideas de Rimet siguieron floreciendo y enriqueciendo a una FIFA que apostó por la creación de una Copa Juvenil de la FIFA ya en 1939, precursora de lo que hoy es el Mundial Juvenil, principal torneo de la categoría y escaparate de los jóvenes talentos del mundo.
Jules acabó convirtiéndose en el primer Presidente Honorífico de la FIFA y sigue siendo recordado con sumo cariño en un Red Star que lucha por retornar a la Ligue 1. Actualmente se encuentra en puestos de ascenso directo a Ligue 2, un objetivo plausible para un club con orígenes tan arraigados a este deporte.