El delantero italiano no pudo demostrar sus cualidades en Sevilla. Su aventura en LaLiga fue corta y poco exitosa, al igual que su paso por el Borussia Dortmund hace varias temporadas. Ambos son grandes clubes de Europa, pero no tenían el ingrediente secreto que precisa Immobile para ser el 'capocannoniere' que ahora todos conocemos.
Y es que parece que el atacante necesita el 'Calcio' para rendir a su mejor nivel. Los números no suelen engañar y sus registros goleadores así lo demuestran. Tras militar en Juventus, Grosseto y Siena, con escaso protagonismo, el Pescara fue su primera gran oportunidad. En la Serie B logró 28 goles en 37 partidos como cedido.
El Genoa le abrió las puertas de Primera, aunque ya jugó dos partidos con la Juve en la Serie A. Esta fue la excepción que confirma la regla. Pese a no ser indiscutible (12 de los 33 partidos que disputó los inició desde el banquillo), acabó con un pobre bagaje de cinco goles y tres asistencias.
Al año siguiente, en 2014, el Torino sacó el mejor jugo de Immobile, que goleó en las filas de 'Il Toro'. Logró 22 goles en 33 encuentros, números que le valieron sus primeras apariciones con la Selección absoluta de Italia.
El Borussia quedó encadilado con el delantero y se lo llevó a la Bundesliga, torneo en el que sólo anotaría tres dianas. Nunca se hizo con un puesto en el once, ya que sólo fue titular en nueve de los 24 partidos en los que participó. En Champions sí estuvo mas acertado, logrando cuatro goles en seis choques.
En Sevilla apenas dejó dos tantos en Liga (ocho encuentros, sólo cuatro como titular) y otros dos en Copa, por lo que buscó una salida en invierno. Se marchó a préstamo a 'su' Toronto, recuperando las buenas sensaciones al marcar cinco goles y dar tres asistencias en 14 duelos (11 desde el inicio).
Pero en Roma ha llegado a su apogeo. La pasada campaña, acabó el campeonato con 23 goles y en esta incluso anda superando ese promedio. De hecho, en 20 partidos ya ha celebrado 20 'chicharros'. ¿Immobile? Sí, pero con Italia cerca.