Un duelo entre dos equipos que buscaban la victoria. El cuadro catalán tenía por delante el ambicioso reto de dormir en puestos europeos, mientras que el club gallego tenía la esperanza de hacerlo fuera del descenso.
Con este panorama, el partido estuvo abierto en los primeros compases del encuentro. El Girona salió enchufado y disfrutó de alguna ocasión, pero pronto el Dépor se hizo con la posesión del esférico.
Los hombres de Clarence Seedorf eran incapaces de llegar con peligro a la portería que defendía Bono. Por ello, el juego permaneció trabado en el centro del campo, donde ambos clubes luchaban por hacerse con el control del choque.
El Deportivo tenía el balón y el Girona salía rápidamente al ataque cuando recuperaba el esférico. De esta manera, los locales sí que hacían daño al conjunto gallego, que se mostró frágil al defender las jugadas a balón parado.
Stuani, el de siempre
El primer gol llegó después de que Eneko Bóveda cometiese una falta en la banda izquierda. Granell fue entonces a lanzar dicha infracción, con la idea en mente de colgarla al área, como posiblemente hubiesen ensayado anteriormente. Bernando remató, pero Rubén consiguió despejar el cabezazo, momento en el que apareció Stuani para poner por delante a los suyos.
El Deportivo de La Coruña intentó reaccionar tras el tanto, pero no era capaz de llegar al área del Girona con peligro. A un minuto del descanso, Andone disfrutó de una clara ocasión, pero Bono apareció para detener el esférico y salvar a los suyos.
Mismo guion al volver de los vestuarios. El Girona salió más enchufado que su rival y avisó en dos ocasiones. Primero, Maffeo probó suerte con un disparo que obligó a Rubén a estirarse para parar la pelota. Después, un lanzamiento de falta casi se convierte en el segundo.
El Dépor quedó noqueado con el segundo
Al Deportivo no le quedó otra que arriesgarse en busca del empate. Pero lo que llegó fue el segundo del Girona. Otra vez en una falta. Granell la colgó al área y Juanpe saltó por encima de todos para cabecear al fondo de la red.
Tras el segundo tanto, el conjunto local se dedicó a controlar el partido, a dormirlo sin que hubiese ningún sobresalto. El cuadro visitante no le puso las cosas difíciles y, además, sufrió la lesión de Eneko Bóveda, que se marchó lesionado.
El Girona sigue atravesando un momento dulce y ya está en puestos europeos. Por otro lado, la cruz, ya que el Deportivo sigue sin saber lo que es la victoria en 2018 y continuará en el descenso. La euforia y la decepción. Contrastes.