Andrés Iniesta completó otra actuación extraordinaria en la que probablemente será su última final con el Barcelona. El manchego marcó un gol, participó en otro y cuajó un duelo sensacional.
Cuando la afición rival se pone en pie para ovacionar a un jugador del equipo contrario, es porque se trata de un futbolista especial, diferente.
Valverde agotó los cambios con el capitán, que se marchó del césped del Wanda Metropolitano entre lágrimas y ovacionado por todo el estadio. Una imagen espectacular para despedir al mejor jugador de la historia del fútbol español.
Ahora, sólo queda esperar a que anuncie la decisión de marcharse a China y ver su actuación en el último Mundial que dispute con la camiseta de España. Mientras tanto, el país le seguirá mostrando su cariño y tratando como una leyenda.
21 de abril de 2018
21 de abril de 2018