Dos entran y dos salen del Valencia

Ya han pasado cincuenta días desde el final de la pasada campaña el 21 de mayo y quedan otros tantos para llegar al 31 de agosto, último día para incorporar nuevos futbolistas.

En el entorno de la afición valencianista hay intranquilidad respecto al ritmo de salidas y entradas, que algunos consideran lento, aunque no es inferior al de otras campañas en las que buena parte de los fichajes se produjeron a punto de empezar la Liga o con la competición ya comenzada a finales de agosto.

Hace un año, más de la tercera parte de la plantilla que finalmente no llegó a quedarse en el equipo cuando empezó el campeonato todavía estaba a estas alturas del verano en el club y muchos todavía permanecían en el grupo cuando el Valencia se presentó ante su público el 13 de agosto ante el Fiorentina.

Ahora, el director general del club, Mateo Alemany, ha pedido reiteradamente paciencia a la afición y ha recordado recientemente que el objetivo no es tener un buen equipo el 10 de julio, sino uno muy bueno el 31 de agosto.

Con motivo de la presentación de Neto y preguntado sobre las declaraciones del entrenador, Marcelino García Toral, sobre la necesidad de realizar al menos seis incorporaciones, Alemany se felicitó de que a estas alturas de julio ya estuvieran cerradas dos, lo que suponía un 33 por ciento de la petición del técnico.

Nada más acabar la temporada pasada se confirmaron las marchas definitivas de los cedidos Pablo Piatti, al Espanyol, y Yoel Rodríguez al Eibar, y se dio por sentada que la despedida de los cedidos que habían jugado esa temporada en Valencia era definitiva.

Fue el caso, por ejemplo, de Eliquim Mangala, Guilherme Siqueira, Mario Suárez o Munir el Haddai, quienes, con independencia de su rendimiento en el club de Mestalla no iban a continuar como consecuencia en unos casos de ese mismo rendimiento y, en otros, de sus condiciones económicas.

Así lo señaló Alemany al indicar que las condiciones contractuales en las que habían jugado en la pasada campaña en el club hacían inviable su continuidad con independencia del nivel de satisfacción con sus prestaciones deportivas.

Posteriormente, ya en julio, el Valencia confirmó la salida del argentino Enzo Pérez en dirección al River Plate de su país en unas condiciones muy desfavorables para el club valenciano, que había pagado un precio muy elevado por el futbolista hace dos años y medio (veinticinco millones de euros).

Era imposible que el Valencia recuperara esta cantidad y el club apenas ha ingresado tres millones por el jugador, cantidad muy inferior a la pagada, pero que se acerca mucho más al valor real del futbolista que la que se abonó en su día.

Con anterioridad, también fue traspasado el portero australiano Matt Ryan al Brighton inglés por seis millones de euros, uno menos de lo invertido en Neto, que procede del Juventus.

El Valencia, condicionado por el 'fair play' financiero, estudia la posibilidad de incorporar nuevos futbolistas al mismo ritmo que la de dar salida a los que no le interesen.

Para ello será determinante que su técnico extraiga conclusiones basadas en las observaciones que realice en la concentración de esta semana.

En este capítulo, la atención se centra en hombres como Ruben Vezo o Vinicius de Araujo, pero sobre todo en Álvaro Negredo, que ha regresado de su cesión en el Middelsbrough inglés, o Diego Alves, cuya salida en calidad de cedido o traspasado está sobre la mesa del club, que también espera desprenderse en breve de Aderlan Santos.