Fichar por el Barcelona parecía el empujón definitivo para que el galo fuera un fijo con su país. Pero lo que no podía imaginar el centrocampista de 20 años es el calvario que está empezando a vivir con sus dos lesiones musculares.
No tener continuidad, con el alto nivel de exigencia que hay en la Selección Francesa, es un palo en las ruedas para Dembélé, quien debe lidiar con otras trabas de aquí a junio.
No sólo con recuperar la confianza física y tener continuidad, sino también la llegada de Coutinho, que le superará en relevancia en el once a pesar de que no puede jugar en Champions.
Dos tercios de competición, en el escenario más favorable, será lo que tenga por delante. Pero también una feroz competencia: Mbappé, Lemar, Lacazette, Coman y Martial, nada más y nada menos.
Didier Deschamps es el primero que quiere que esté a tope, pero sabe que hay mucho en juego y lo necesita al 100%.