Nacido en Portoviejo (Ecuador), Manu Balda ya sabe lo que es vagar por el mundo perisiguiendo su sueño. En 2011 debutó en Segunda B con la Gramanet y pasó por hasta cuatro equipos de la división de bronce.
Al margen del cuadro del Nou Camp se Santa Coloma, Prat, Cornellà y Badalona han sido los otros tres hogares del ecuatoriano en España, aunque nunca acabó de dar el paso definitivo hacia el fútbol profesional.
Por ello, el delantero de 26 años hizo las maletas y se enroló en las filas del Panthrakikos griego. Sólo jugó ocho partidos y regresó al Badalona, equipo desde el que volaría a su tierra natal para firmar con El Nacional.
Ahora, Manu Balda se enfrenta a un bonito reto: dejar huella en la Sudamericana. En la ida, que su equipo ganó por 3-2. marcó el segundo de los suyos desde el punto de penalti.