El mundo ultra es muy complejo. Tanto, que a veces es hasta contradictorio e incomprensible. La teoría dice que las aficiones de izquierdas se llevan bien con las de izquierdas, las de derechas con las de derechas, y así con todo, ¿no?
Incorrecto. En ocasiones la irracionalidad de este mundo lleva a que dos hinchadas de la misma ideología sin rivalidad deportiva aparente se conviertan, muchas veces por un error, por un mal gesto o por una minucia del pasado, en enemigos irreconciliables.
Eso pasó con los 'Herri Norte' y los numerosísimos ultras del Olympique, englobados en varios grupos que ocupan gran parte de los fondos del Vélodrome, la última vez que el cuadro marsellés visitó Bilbao.
Fue en 2016, en dieciseisavos de la Europa League. Los ultras marselleses, mediada la tarde del día de partido, comenzaron a sembrar el caos por las calles de Bilbao, y los ultras del Athletic reaccionaron antes incluso que la Ertzaintza.
Se produjo una auténtica batalla campal que obligó a la intervención de los cuerpos de seguridad, saldándose la pelea con cinco detenidos. Ambos clubes fueron multados, pues el 'espectáculo' continuó en el interior de San Mamés.
Aquellos altercados supusieron el fin a cualquier tipo de cordialidad entre estas hinchadas ideológicamente cercanas, pero enfrentadas en la calle.
Toca vivir otro partido de alto riesgo en San Mamés. Tocará vivir otra jornada de tensión en las calles de Bilbao. Otra jornada más con la capital vizcaína tomada por la Ertzaintza y los ultras. Una jornada que, pese a los antecedentes entre ambos rivales, esperamos que pueda transcurrir sin incidentes.