Tras cinco jornadas del Gaucho 1, Gremio ha cosechado un empate y cuatro sorpresivas derrotas ante equipos muy modestos como Caxias, Avenida, San José y Cruzeiro de Río Grande.
Algo impensable para todo un campeón de la Libertadores. Aunque tiene parte de explicación: El técnico Renato Portaluppi y sus jugadores decidieron tomarse unas merecidas vacaciones hasta un día después del inicio del campeonato estatal.
Aunque la excusas se le acabaron en el último partido. Ya con los jugadores de la plantilla profesional, con un equipo similar al que ganó la Libertadores, perdió ante el modesto Cruzeiro Río Grande, que jamás ha jugado un campeonato nacional en Brasil.
La prueba de fuego será en la próxima jornada, cuando Gremio se vea las caras ante Brasil de Pelotas, invicto y segundo clasificado. Una oportunidad para reivindicarse y darle la vuelta a un mal inicio de 2018.