Pero no queda ahí la cosa. Sucede que el portugués se ha visto las caras con el italiano en cinco ocasiones y ha amasado siete tantos.
El dato convierte a Buffon y la Juventus en una de las víctimas propicias en competición europea. Esa estadística no la tiene contra otros rivales, menos aún ante los grandes del Viejo Continente.
No es una cifra fácil de conseguir. Porque, más allá de que el luso tenga gran habilidad para perforar metas rivales, la oposición que ha puesto el meta de la Juve a lo largo de su carrera ha sido bastante alta.
Además, el contexto de los tantos es importante. Sobre todo, el doblete que hizo en Cardiff. El primero a los 20 minutos, para poner por delante a los suyos; el segundo llegó a los 64 y supuso el 1-3 con el que el Madrid sentenció otra Champions (Asensio redondearía la cuenta en el último suspiro).
A doble partido
En las semifinales de la temporada 14-15 marcó en ambos encuentros. Aunque en la ida anotó un gol de cabeza que daba aire a los suyos (perdieron 2-1) y en la vuelta inauguró desde los once metros el partido, luego llegó Morata para aguar la fiesta madridista.
Los otros tres tantos se completan en fase de grupos de la campaña 12-13, con un doblete en el choque de ida y otro tanto en el partido de vuelta.
El doble enfrentamiento de cuartos de final tributará a Buffon la oportunidad de dejar, al menos por una vez en su carrera, la puerta a cero ante uno de los grandes delanteros de la historia.
Cristiano, por su parte, amenaza con extender esa buena racha. Más aún habiendo marcado en todos los partidos de Champions que ha disputado hasta el momento.
Eso sí, hay un mérito del internacional transalpino que quiere seguir haciendo por costumbre: Cristiano nunca ha ganado a la Juve a doble partido; y Buffon nunca ha sido apeado por el Madrid en ese formato.