El brasileño ha venido lesionado y habrá que esperar para presenciar su debut como azulgrana. Pero ahora toca adaptarse lo antes posible y nada mejor que vivir desde su nuevo estadio cómo se las gastan sus nuevos compañeros y aficionados.
Coutinho quiere vivir muchas noches mágicas en ese estadio y, aunque el del Celta no era el partido más atractivo del curso, sí fue poniéndose al día de lo que sentirá en ese coliseo.
El brasileño, bien abrigado por el frío de estos días, estuvo acompañado de Rafinha y, aunque todavía no se ha vestido de corto, ya es uno de los grandes reclamos de las cámaras en los partidos del Barcelona.
Una de las primeras lecciones ya le quedó clara: habitualmente, los choques en Barcelona comienzan con un tanto de Messi. O incluso con dos. Por eso no dudó en aplaudir al astro argentino cuando firmó su doblete en apenas tres minutos.