Costa ya enseña los dientes

Meses soñando con esto, y ahora, cualquier hombre o mujer con el escudo del Atlético cosido al pecho puede decir que se ha hecho realidad. La 'Pantera' Costa volvió a dejarse ver sobre el césped vestido de rojiblanco y los ánimos de un equipo que no pudo pasar de fase de grupos de Champions ya son otros.

Era un partido de octavos de final, ante un rival de una categoría bastante más baja y fuera de casa, pero era quizá el más esperado de la temporada. Vitolo y Costa, los dos refuerzos de lujo que esperaba el equipo como agua de mayo demostraron que toda la impaciencia con la que ha latido el corazón de cualquier rojiblanco ha valido la pena.

Pero, hasta que el partido se le puso de cara al Atlético pasó media hora. Un tercio de partido en el que el Lleida, muy preciso y con ganas de dar la campanada, le buscó las cosquillas a unos hombres de Simeone un tanto desconcentrados. No se las encontraron y el primer gol, obra de Godín, cómo no, de cabeza, desequilibró la balanza.

Tras el tanto del 'Faraón', el partido fue rojiblanco hasta el minuto 90. Más aún después de que Torres, un suspiro después del 0-1, mandara a las redes de Oliveros, en posición dudosa, un centro de Gameiro desde banda derecha.

Vitolo y el viejo conocido

Los movimientos en el banquillo marcaron la segunda mitad. Primero fue Vitolo el que se incorporó al campo para debutar vestido de rojiblanco y minutos más tarde, Costa, que tuvo un reestreno feliz, aunque un tanto agrio.

Vitolo formó una asociación endiablada con Griezmann que dará que hablar. La 'Pantera', por su parte, sólo tenía en mente el gol y no tardó en encontrarlo. Aprovechó el segundo balón que tocaba, cuando llevaba cinco minutos en el campo, para firmar el 0-3 y dar el susto, ya que se dolió de su rodilla y ni siquiera lo celebró. En un primer momento se temió lo peor, pero pudo terminar el encuentro.

Después de la vuelta al gol de Costa sólo quedó tiempo para un postrero gol de Griezmann, de falta, que dejó la eliminatoria casi sentenciada al completo. El Atlético está casi en cuartos... y con la pólvora lista.