Con el billete hacia el Mundial de Rusia metido en el bolsillo, el agujero llegó a descoserse ante una Corea del Sur que lo puso absolutamente todo sobre el verde: impulsos, ritmo, juego de posición y un pulmón que aguantó las llegadas de una Colombia que no encontró la vía para llegar al empate.
Fue un partido lleno de corriente hasta el minuto noventa. Corea del Sur le plantó tal cara a Colombia que en el minuto diez ya mandaba en el marcador después de una jugada de Son que fue capaz de para el tiempo, pisar el balón delante de Castellanos y encontrar el único hueco que había entre el portero y la defensa. El balón entró llorando para alegría asiática.
Colombia no bajó los brazos y se adueñó del partido aun sabiendo que Corea tenía pólvora para más de lo que duró la cita. Gio mandó el balón a las nubes cuando estaba a un metro de la portería para asombro de Pékerman y de todos los asistentes. Se celebró, pero sorprendentemente no llegó ese gol que hubiera supuesto un empate que pudo cambiar la historia.
En la segunda parte todo fue igual. Con varios rifirrafes fruto de la tensión llegó el segundo de Corea con un disparo potente de Son que pilló a Castellanos con las manos demasiado blandas, pero la chispa de Colombia, que se apoyaba en la bota de James, llegó en el 75.
Buen centro del colombiano que remató Zapata para acercarse a un resultado que finalmente se quedó en el intento de cerrar la primera victoria tras conseguir el billete hacia el Mundial. Primer ensayo, primera caída.. aunque sin el once de gala.