El Sevilla-United no estuvo exento de polémica extradeportiva. Tras el encuentro, varios fans ingleses, quizá descontentos con el resultado, la emprendieron con lo que encontraron a mano en la noche sevillana.
Lanzaron piedras contra la fachada de un hotel, derribaron una fila de motos, agredieron a un trabajador de un local del centro y reventaron la luna de un coche patrulla.
Una escalada de violencia que terminó con una agresión a un agente de policía y la detención de estos cinco energúmenos.