En dicho partido, aficionados del Konyaspor lanzaron multitud de objetos al campo entre los que se llegaron a encontrar hasta una navaja. Por su parte, los aficionados del Besiktas también participaron en una pelea en la grada que posteriormente se trasladaría al propio campo de juego.
Esto ha provocado que la Federación Turca haya entrado de oficio, castigando con cinco encuentros a puerta cerrada al Konyaspor y con uno para el Besiktas. Ambos clubes, además, tendrán que hacer frente a una fuerte sanción económica.