Lo que ocurrió el pasado 7 de agosto en el feudo azulgrana fue un premio para Chapeco por haberse levantado después de que, excepto tres, todos los futbolistas de su plantilla perdieran la vida en el accidente del AVRO RJ85. Además, también sirvió como homenaje a esos 71 héroes que volaban en el avión con dirección a Medellín.
El Barcelona, que, según el presidente del club brasileño, fue el único equipo que les ayudó económicamente tras el accidente, concertó un amistoso ante Chapeco. Las grandes estrellas azulgrana estuvieron sobre el campo y todo el dinero recaudado por las entradas acabó en las arcas del equipo brasileño.
El mayor protagonista del partido fue Alan Ruschel, el único de los tres futbolistas que, a día de hoy, ha podido vestirse de corto. De hecho, volvió a sentirse futbolista en ese mismo partido, tras más de ocho meses de rehabilitación.
También estuvieron presentes sobre el campo Neto, quien, tras ser operado varias veces de la rodilla, podrá volver a jugar en 2018, y Jackson Follman, el guardameta que sufrió la amputación de su pierna izquierda tras el accidente. Los tres recibieron un precioso homenaje sobre el césped. El resultado, 5-0 a favor del Barcelona, fue lo de menos.
Los jugadores de Chapecoense recibieron el cariño de los pesos pesados del Barcelona. A Ruschel se le vino el mundo abajo cuando, tras finalizar el partido, Messi le buscó y le ofreció intercambiar sus camisetas. Detalle de 'crack' para un auténtico héroe.