Queda por ver qué tal se le dará la élite del fútbol. El Alavés prescindió por sorpresa de sus servicios, y Bordalás se quedó con las ganas de probarse en Primera.
Tras comenzar sin equipo la presente temporada que acaba de finalizar, Bordalás fue reclutado para la causa de un Getafe que había perdido el rumbo a manos de un inoperante Esnáider.
Y lo enderezó, vaya si lo hizo. Bajo sus órdenes, el Getafe comenzó a escalar posiciones y terminó la temporada como el tercer clasificado, aunque tuvo opciones de ser segundo hasta casi el final.
A diferencia del año pasado, con el Alavés, este ascenso fue 'play off' mediante. Quizá hubiera logrado el campeonato liguero y, por tanto, llegar a Primera por la vía rápida otra vez si hubiera dirigido al Getafe desde la primera jornada, pero eso nunca lo sabremos.
En 38 partidos, Bordalás recogió un Getafe roto, histérico, y lo devolvió a Primera. Admirable.