Bernardo Silva pugnó por un balón con un defensor rival dentro del área. Al final, el portugués se llevó el esférico y se plantó en la zona de peligro a la vez que se caía, aunque le dio tiempo a regalársela a Sané.
El futbolista del Manchester City se encontraba esperando el pase de su compañero, por lo que apenas contactó con la pelota no dudó en disparar a puerta, obteniendo el premio del gol.
23 de enero de 2018