Tras expulsar a Totti sin justificación y anular un gol legal a Tommasi para conseguir que los coreanos avanzasen en el Mundial, la FIFA decidió apartarle del torneo y empezar una investigación que nunca terminó.
Apodado 'El Justiciero', Byron Moreno regresó a su Ecuador natal para continuar con el arbitraje, promediando una roja por partido durante los ocho años que pitó.
Erigido como leyenda en su país, el colegiado trató de dar el salto a la política y se presentó a concejal por Quito bajo el lema 'Saquemos tarjeta roja a la corrupción'.
Sin embargo, un encuentro entre Liga de Quito y Barcelona de Guayaquil acabó con su carrera... Byron Moreno, no contento con alargar el encuentro más de diez minutos -hasta que remontó su equipo-, redactó en el acta que los goles se marcaron en los minutos 89 y 90.
Tal aberración le costó la sanción de 20 partidos, motivándole a acudir a Italia para ingresar en 'Stupido Hotel', un reality show similiar al de 'Gran Hermano VIP' español.
Tampoco duró mucho en televisión y decidió volver a Ecuador, pero en su regreso expulsó a cuatro futbolistas y se ganó otra suspensión.
Cuando la situación no podía empeorar para Byron Moreno, empeoró. El árbitro fue detenido en el aeropuerto JFK de Nueva York por tráfico de heroína.
El colegiado comenzó a viajar asiduamente a Estados Unidos hasta que fue cazado con diez bolsas de 6,2 kilos de heroína rodeándole el cuerpo.
Nada más llegar a la cárcel, los presos le espetaron: "Tú venías caído". Moreno fue utilizado por los narcos para distraer a la DEA mientras colaban más droga por otras vías.