Fue uno de los partidos más vibrantes y emocionantes de este Europeo Sub 21. Calidad, descaro y unas ganas tremendas por conseguir un billete a la gran final que, a posteriori, sólo conseguiría Alemania.
Fueron los ingleses los que salieron como un tiro. Las ocasiones llegaban, pero no así los goles gracias a un Pollersbeck inspirado que repelió todas y cada unas de las acometidas de Inglaterra.
En una de sus primeros aceramientos de Alemania, Selke hizo el primero tras una gran jugada de Toljan, que fue el mejor del partido, con un centro perfecto y un cabezazo impecable. Pero Alemania quería más, y estuvo cerca de aumentar su ventaja en varios acercamientos casi consecutivos.
Sin embargo, en un saque de esquina lleno de rebotes, Gray empató el choque con un remate a bocajarro al que nada pudo hacer Pollersbeck. Una recompensa justa para los ingleses antes del descanso.
Chispa inglesa.
Tras el intermedio, mismo guión. Alemania intentaba llevar la manija del partido, pero los arreones de Inglaterra dejaba el choque muy abierto. A los cinco minutos, Hughes hizo en la banda una jugada marca de la casa y se la dio a Abraham para que sólo tuviera que empujar el 2-1.
Llegó entonces una acción que marcó el partido: la lesión de Chalobah. La marcha del centrocampista descompuso por momentos la medular inglesa y, a los pocos minutos de su marcha, llegó el gol del empate alemán.
Saque de esquina perfecto que remató Platte en el primer palo con un soberbio testarazo. Nada pudo hacer Pickford, que tampoco pudo impedir el 2-3 que el árbitro anuló por un fuera de juego muy justo del propio Platte minutos después.
Prórroga alemana.
Ya en la prórroga, Alemania fue muy superior a Inglaterra. Los ingleses no tenían gasolina y recurrieron a los balones aéreos para intentar crear peligro. Mientras, Alemania tuvo en las botas de Taljon el pase a la final tras otra jugada espectacular del lateral.
Los penaltis decidirían el primer finalista de Europeo Sub 21. Pickford y Pollersbeck se medían en un duelo entre dos de los mejores porteros del campeonato. Y ahí se coronó el portero alemán, que detuvo dos penas máximas para darle el pase a la final a los alemanes.
Alemania impuso así su ley a Inglaterra de nuevo desde los once metros. Como ya hizo en el Mundial 90 y en la Eurocopa 96 con la absoluta. Pero ese gen competitivo alemán está impreso en todas sus generaciones.