Ni la exhibición de Salah, Mané y Firmino pudo acabar por completo con las ilusiones de esta rocosa Roma de llegar a la la que sería una sorprendente segunda final de la Copa de Europa.
Los italianos se vieron 5-0 abajo, pero sacaron fuerzas de flaqueza para obtener un 5-2 que, si bien les deja las cosas complicadísimas para la vuelta, aún les otorga ciertas opciones. Si no, que se lo pregunten al Barcelona, que también defendía una renta de tres goles en Roma y acabó eliminado después de caer por 3-0 en suelo italiano.
Si en el Camp Nou fue Dzeko quien anotó el momentáneo 3-1 que acabaría convirtiéndose en un complicado 4-1 con el gol de Piqué, esta vez la Roma contó con el propio bosnio y con Diego Perotti como aliados para devolver la vida a la eliminatoria.
El gigantón balcánico hizo el 5-1, que sólo parecía maquillar el marcador, a nueve minutos del final, pero el tanto acabó por dar alas a la Roma, que terminó subiendo el 5-2 al electrónico gracias a un penalti transformado por Perotti. Desde entonces, el cuadro 'giallorosso' hizo sufrir mucho a los 'reds', sobre todo teniendo en cuenta que Klopp había sustituido a Salah por Ings poco antes.
El técnico alemán defenderá en Italia un 5-2 que, eso sí, sigue poniendo el cartel de grandes favoritos a los ingleses para la vuelta. Curiosamente, no es la primera vez que Klopp se ve en una similar, pues ya dejó en el camino al Real Madrid en su rumbo a la final con el Borussia Dortmund en 2013 al defender una diferencia de tres goles (4-1) en el partido de vuelta. Claro que tampoco sería la primera vez que los romanos levantan tres goles de desventaja en casa. Que se lo pregunten al Barça.