'Todo lo que sube, baja', suelen decir muchos. Y quizá no ocurra siempre, pero sí se puede aplicar a este Milan-Arsenal de la ida de octavos de final de la Europa League.
Y es que en 2008, el Milan era vigente campeón de la Champions, el Arsenal seguía siendo uno de los grandes de Inglaterra y el veterano Fàbregas, hoy en el Chelsea, aún era el joven Cesc. Todos estaban al alza y, 10 años después, todos añorarían estar como aquel lejano 4 de marzo.
Los londinenses llegaban a la capital lombarda en apuros. El 0-0 de la ida dejaba a los 'rossoneri' con mejor perspectiva que los de un Wenger que se deshizo en elogios hacia el centrocampista español.
Sin embargo, Fàbregas tomó las riendas de los suyos y resolvió el partido a seis minutos del final. Cuando la prórroga asomaba por las gradas de San Siro, se sacó un tiro desde unos 30 metros que ponía las cosas muy difíciles a los italianos. Necesitaban dos goles en menos de 10 minutos, descuento incluido.
Lejos de la remontada, Adebayor puso el 0-2 en el 90' y el Arsenal se coló en cuartos de final. El Liverpool cortaría la aventura 'gunner' en aquella Champions en esa fase, pero la exhibición de Fàbregas, que lideró a un equipo que mereció marcar muchos antes, ya sería imborrable.
Gattuso, que sufrió aquella eliminación desde el césped, verá ahora desde el banquillo el regreso de un Arsenal que no visita el templo milanista desde 2012. Los londinenses se presentarán como el gran escollo de un Milan que quiere volver a lo que aquel día dejó de ser de la mano del bueno de Gennaro.