Timo Werner disputó contra el Bayern su tercer encuentro desde que cayó lesionado hace varias semanas, pero la suerte le dio la espalda al punta alemán.
El Leipzig logró aguantar e incluso adelantarse en el marcador con un jugador menos, pero Thiago hizo el tanto del empate y mandó el partido a la prórroga.
El tiempo extra no solucionó el empate y la tanda de penaltis dio una situación, cuanto menos, anecdótica. Werner falló el último lanzamiento, dándole la clasificación al Bayern a los octavos de final de la DFB Pokal.
Y es que el delantero más odiado de Alemania provocó el éxito de su rival el mismo día que salió a la luz el interés de los de Múnichen ficharle el próximo verano. ¿Coincidencia o algo más?