Porque Wenger entiende perfectamente cómo debió sentirse Mourinho al escuchar celebrar al City. "Las cosas pueden descontrolarse. Ya nos ha pasado y no sé muy bien lo que ocurrió pero sé que es difícil aceptar ver los festejos desde el otro lado. Es una experiencia que resulta ofensiva", señaló en declaraciones que recoge 'As'.
Y no dudó en proponer una forma de evitar estas cosas... "Es por eso que admiro un deporte como el sumo en Japón, porque quien vence no muestra su alegría por respeto a su adversario. Es algo que podemos copiar, aunque no forma parte de nuestra cultura", opinó.
Una pelea que ha dado la vuelta al mundo. Mourinho se quejó por el festejo del vestuario del City tras tumbar al United... y fue hasta allí para pedirles que pararan.
Según los medios británicos, hasta 30 personas acabaron metidas en esta discusión, Mourinho incluido. Opiniones hay de todos los gustos... Hay quien entiende al técnico y hay quien opina que se le fue de las manos.