El opulento Everton lleva camino de firmar un 'petardazo' histórico. Los 'toffees' fueron barridos del mapa por un Arsenal impredecible, que se paseó por Goodison Park en una segunda mitad que pudo ser la sentencia de Ronald Koeman.
Ni el tanto de Rooney, que abrió el marcador en el minuto 12, pudo cambiar el panorama de un equipo hundido, ya en puestos de descenso. Cuando los locales soñaban con irse al descanso en ventaja, Monreal ponía el 1-1 al aprovechar un rechace.
Con el segundo acto llegó el desastre absoluto para Koeman y los suyos. Özil en el 53 y Lacazette en el 74 sentenciaron la contienda, llegando el tercer tanto 'gunner' cuando el Everton jugaba con 10 por la expulsión de Gueye.
Para el descuento quedaron tres goles más, obra de Ramsey, Niasse y Alexis Sánchez, que puso la rúbrica al choque con una fantástica jugada individual y un derechazo cruzado. Wenger, el siempre discutido Wenger, dejaba a Koeman desesperado y con el asiento de su banquillo oliendo a chamusquina.