"Alexis pensó que estaba en una posición correcta. Los jueces debieron haberle avisado", dijo Wenger sobre el incidente. El francés entiende, por tanto, que la amarilla fue por obstaculizar el saque, y no por hacer el ridículo.
Sobre el partido en sí, Wenger cree que la victoria llegó porque la buscaron más que el Leicester. "Tuvimos algunas piernas fuertes pero fuimos serios. En el final la victoria compensó al equipo por tomar la iniciativa", apuntó.