Con la salida de Neymar al Paris Saint-Germain y la lesión de Luis Suárez, a Ernesto Valverde se le ha abierto un capítulo en el que ha encontrado más obstáculos de lo normal. Sus dos primeros partidos oficiales fueron ante, ni más ni menos, el Real Madrid en la pelea por la Supercopa de España. Y Valverde no pudo con el gigante blanco.
Sumando el partido ante el Betis, el técnico azulgrana ha utilizado hasta cuatro esquemas diferentes en tres partidos. Del 4-3-3 habitual que utilizaba Luis Enrique al 4-2-3-1 que sacó en el primer partido de Liga en el Camp Nou.
En el duelo ante el equipo de Quique Setién se vio a un Barcelona más compacto y guerrero, pues el gol de Sergi Roberto llegó gracias a un robo de Deulofeu a pocos metros del área de Adán. Presión alta sin balón y rapidez de movimientos. Eso sí, al Barcelona le asola la juventud de jugadores como Deulofeu, Sergi Roberto, Paco Alcácer... muchpo que trabajar.
En el Santiago Bernabéu sacó un 3-5-2 para tener a más jugadores por delante del esférico y provocar una mayor presión sobre el Real Madrid, que tampoco tuvo grandes problemas. En la segunda mitad propuso un 4-4-2 para evitar más fugas en la defensa y el Barcelona tuvo mejoría.
Messi volvió al falso nueve en el 4-2-3-1 del Camp Nou ante el Betis y esta vez sí hubo efecto. El Barcelona ganó con solvencia, pero Valverde continúa buscando la fórmula mágica más efectiva.