"Dolor y rabia" es lo que se podía leer en las camisetas con las que saltaron los jugadores de Las Palmas y Celta antes del inicio del partido en el Gran Canaria como homenaje a todas los afectados por los terribles incendios que asolan a Galicia. El equipo de Balaídos salió a morder desde el primer minuto porque tocaba luchar lejos de su tierra y los tres puntos eran una vía de escape hacía una alegría entre tanta pesadumbre.
Pero Las Palmas fue el primero que llegó con peligro a las inmedicaciones de la portería de Rubén Blanco por medio de Calleri, Sisto y Tannane, que a punto estuvieron de sorprender a un Celta que se fue creciendo con el paso de los minutos. El Celta despertó y se puso manos a la obra para construir un fortín en su área y avanzó las líneas para trabajar en unión por un mismo objetivo: la victoria.
Wass le puso un balón medido a Emre Mor que batió a Chichizola con un disparo ajustado y raso al palo largo. Fue el inicio de un baño en el que se empapó Las Palmas, que no podía controla la fe y el corazón de un Celta eficiente en su trabajo.
Casi cinco minutos más tarde empezó la exhibición de Aspas. Entró con todo en el área y Chichizola no tapó bien su palo, por el que finalmente se coló el que fue el segundo gol de la noche. Pero había más porque el Celta quería unirse aún más al homenaje que el país le está haciendo a su norte.
Fue en el sur y después de otras tres ocasiones claras paras Las Palmas cuando pudo recortar distancias, pero a Rubén Blanco le había dado tiempo a colocar el último bloque para frenar al equipo canario desde cualquier parte de su portería.
Aluvión en la segunda parte
Otra vez Aspas fue el que movió el molino que exprimió a Las Palmas. Balón en profundidad para que el delantero español volviera a dejar sin opciones a Chichizola, que vivía su peor noche bajo los tres palos. Los goles llegaron en forma de aluvión y el cuarto lo firmó el 'Tucu' Hernández después de una volea formidable a la que no llegó el portero de Las Palmas.
El Celta tuvo que hacer frente a la expulsión de Rubén Blanco por una dura entrada, aunque tocó balón, sobre Calleri que le costó la tarjeta roja directa. Unzué quitó a Mor y puso Sergio Álvarez para seguir cubriéndose.
Iago Aspas hizo el quinto y definitivo tanto después de un buen pase de Sisto, que fue uno de los mejores del partido, para batir de nuevo por el mismo palo a Chichizola. Triplete de Aspas en el día en el que se estrenó como goleador en la presente temporada. No podía ser otro momento mejor que este. Y el Celta consiguió su objetivo.
Las Palmas no bajó los brazos y maquilló el resultado con dos goles en el último suspiro. Vitolo y Rémy fueron los autores del 2-5 final y que le sirve al Celta para dar un homenaje a su tierra. Va por ti, Galicia.