El Betis abandonó el terreno de juego con los pitos de una afición que no quedó contenta con el empate final. El equipo de Setién logró rescatar un punto y evitar otra derrota, pero ya lleva cuatro jornadas sin oler una victoria.
El Girona tuvo más presencia y no sentenció el partido gracias a Adán, que fue de nuevo el salvador del equipo verdiblanco. El portero ya sacó una mano a los diez minutos de partido, pero Adán está acostumbrado a hacer de su área un infierno más que un paraíso.
Un mal control de Guardado y alguna intervención de Bounou fue el resumen de un Betis sin aparente peligro en la primera parte y que se llevó un jarro de agua fría para irse fresco a vestuarios. Tosca le dio una patada al aire para dejar solo a Portu, que elevó el balón por encima de un Adán que poco pudo hacer para evitar el primero del Girona. Pitido final... y a vestuarios aun asimilando el gol.
El Betis comenzó bien la segunda parte e incluso llegó a marcar Guardado, aunque la jugada ya estaba invalidada. Setién lo puso todo sobre el terreno de juego y le dio entrada a Sanabria, Tello y Fabián... y la jugada no le salió del todo mal.
Stuani puso de nuevo en aprietos a Adán, que sacó a pasear una mano de Dios. Entre Tello y Sanabria se cocía el empate. El ex azulgrana estampó el esférico en Bounou y Sanabria la mandó a las nubes cuando estaba a un metro de la portería. El Villamarín cantó un gol que no fue.
Pero Guardado sacó la escuadra y el cartabón para poner el empate con un sensacional disparo de falta. Colocada, bien trazada y al fondo de las mallas. La suerte se alió con el Girona en el minuto 90 cuando Portu remató un balón muerto en el área pequeña, pero el Betis respondió a tiempo con un jugadón de Tello. El extremo dejó sentada a la defensa del Girona y batió a Bounou con sobrada calidad. El Betis evita caer con un empate en el último suspiro.