El Arena Condá vivió una noche inolvidable. Una de esas que trascienden más allá del fútbol. La Recopa Sudamericana estaba en juego, pero eso era quizás lo menos importante de todo lo que se iba a vivir durante el encuentro entre Chapecoense y Atlético Nacional.
Los homenajes se sucedieron durante todo el día en Chapecó. Antes, durante y después del partido, los aficionados brasileños rindieron homenaje a sus hermanos colombianos dando gracias al apoyo recibido tras el trágico accidente que acabó con la vida de 71 personas. El discurso de Helio Neto marcó la previa con una impresionante reflexión dirigida al mundo.
Ya en el partido, los primeros minutos estuvieron marcados por la falta de intensidad. Demasiado respeto entre ambos equipos en un partido en el que las emociones se imponían al fútbol.
Poco a poco, fue Nacional el que se hizo con la posesión. Los 'verdolagas' tenían el esférico, pero eran incapaces de transformar su dominio en ocasiones. No así Chapecoense, que se mostró más profundo y eléctrico en los últimos metros.
Jugadón y penalti.
Así, llegó la gran jugada de la primera parte. Espectacular acción combinativa del conjunto local que acabó con un disparo de Joao Pedro dentro del área que Bocanegra cortó con su mano a ras de suelo. El árbitro señaló al punto de once metros y Reinaldo se encargó de transformar la pena máxima engañando a Franco Armani.
Pudo aumentar su ventaja 'Chape' antes del descanso. El portero 'verdolaga' perdió la batalla por alto con Arthur y el balón se introdujo en la portería de Nacional... pero el colegiado señaló falta y anuló el tanto a los brasileños en una de las acciones más polémicas del encuentr.
Tras el intermedio, Nacional dio un paso adelante. Los de Reinaldo Rueda no tenían más opción que buscar el gol y eso hicieron, aunque con escaso éxito. El 'Verdolaga' mostró su peor cara de la temporada y fue inofensivo hasta decir basta.
Reacción 'verdolaga'.
Fue Macnelly Torres quien puso la calidad en Nacional. Con un espectacular recorte en la frontal, envió su zurdazo a la misma escuadra de Artur, cuya estirada quedó en nada ante el fortísimo disparo del internacional colombiano.
Con 1-1 en el electrónico, Nacional se vino arriba. Fueron sus mejores minutos y rondó la portería de Chapecoense con la intención de conseguir una remontada con la que dejar encarrilada la final. Pero su dominio duró poco y Chapecoense puso de nuevo la directa.
Lo hizo gracias al tanto de Luiz Otavio. Saque de esquina botado por el genial Reinaldo que el central hizo aún mejor con un cabezazo que se coló en la portería de Armani para sellar un triunfo histórico.
A partir de ahí, Chapecoense pudo hacer más daño a Nacional y estuvo mucho más cerca de ampliar su ventaja que los colombianos de empatar el partido.
Pero el marcador se quedaría en el definitivo 2-1. Un encuentro con el que Chapeconse consiguió un triunfo, brindó un te quiero a sus hermanos colombianos y homenajeó con el mejor adiós a las víctimas del trágico accidente.