El brutal acontecimiento tuvo lugar el pasado 27 de abril en un campo de fútbol urbano de una de las ciudades más peligrosas del mundo. Allí, un grupo de jóvenes disputaba un partido rodeado de público... hasta que un grupo violento entró en el recinto por la fuerza.
Los presuntos homicidas llegaron en un coche que aparcó justo a la entrada del campo y se bajaron del coche. Portando armas de fuego, comenzaron a disparar contra los jugadores. Algunos pudieron escapar, pero los agresores les persiguireron.
El saldo se quedó en tres muertos y dos heridos, todos con edad entre 20 y 25 años. Los atacantes se fugaron antes de que llegaran las autoridades y aún la Policía no se ha movilizado para investigar el trágico suceso.