Y es que, corriendo en el marcador el minuto 40 con empate a 0, el colegiado se inventó de manera inexplicable un penalti por una supuesta mano de un jugador visitante.
La decisión perjudicó gravemente a Senegal, sabiendo que el balón impactó, sin ninguna duda, en la pierna del defensor en vez de en su brazo o mano, pero el penalti se lanzó y Senegal acabó perdiendo 2-1.
Sin duda, el castigo a los árbitros es una buena medida para tratar de evitar errores, pero quizá tres meses sean demasiados para castigar un fallo. ¿Qué opinas tú?