Partamos de 1983. Michael Platini enlazó tres galardones en tres años consecutivos (1983-84-85). Ese curso, el francés acabó subcampeón de Italia con la Juve y máximo goleador del torneo con 16 tantos. El argentino, por su parte, terminó cuarto LaLiga con el Barça y anotó 11 goles en 20 partidos, además de alzarse con la Copa del Rey.
Sin embargo, Maradona estuvo lesionado unos seis meses en 1983, lo que frenó su buena trayectoria hasta la fecha.
El 'Diego' pudo haber levantado algún que otro Balón de Oro a lo largo de su carrera, aunque ninguno más claro que el de 1986, tras el Mundial de México.
Ese año, Maradona lo bordó. Firmó uno de los golazos de la historia, se alzó con el Mundial y cumplió un papel más que protagonista en aquella victoria final de la Selección Argentina al anotar cinco goles.
Sus brillantes actuaciones ante Inglaterra, en la final, o Bélgica, en 'semis', tuvieron continuidad con un gran rendimiento en el Nápoles, por lo que hubiera arrasado en el Balón de Oro. Y es que ese año lo ganó Igor Belánov, que se alzó con la Recopa y cayó en octavos del Mundial. No hay color.
En 1987, aunque no tan claramente como el anterior, debería haber levantado el trofeo Maradona. Ganó la Serie A con el cuadro napolitano, además de la Copa. Pero fue Gullit el agraciado, jugando para el PSV y, tras un traspaso millonario, el Milan.
De 1988 a 1990 podría haber levantado otros dos Balones de Oro, aunque de forma ajustada y dependiendo en buena medida de la fortuna en las votaciones. En el 88 fue 'pichichi' y subcampeón del Scudetto, aunque el ganador, Van Basten, se alzó con la Eurocopa y con la Liga Italiana. Un año más tarde, Maradona se proclamó campeón de la UEFA, eliminando a Juve, Bayern o el potente Girodins de aquella época, y repitió segundo lugar en Italia. De nuevo Van Basten fue el ganador, aunque, de haber otras normas, aquí sí hubiese sufrido para no perder el trono.
El último año antes del desastre 'maradoniano', el Mundial ganado por Alemania fue determinante. Lothar Matthäus fue el ganador tras imponerse en la Copa del Mundo de Italia, aunque el '10' lo hubiera puesto difícil: conquistó el Scudetto, marcó 16 tantos y dejó jugadas para la historia, aunque una lesión lo podría haber complicado todo.
Así, los más optimistas verán cuatro (alguno incluso cinco) Balones de Oro 'morales' para el argentino, uno menos que los monstruos del fútbol actual.