En los primeros compases del encuentro, el cuadro local llevó el peso del juego. Poco a poco, fueron despertando los visitantes, que desde que se hicieron con la posesión del esférico, manejaron a su rival.
Seferovic disfrutó de la primera oportunidad clara del partido, al rematar un balón que quedó muerto en el área. Sin embargo, no fue el día del delantero, que contó con ocasiones de todos los colores.
El '9' de Suiza fue el auténtico protagonista de un partido agridulce. Mientras tanto, Irlanda del Norte vivía de los escasos despistes de su rival y de los contraataques que lograba hilar con serio peligro.
En la segunda parte, el cuadro local entró pisando fuerte. En el primer minuto, Shaqiri disparó colocado y su intento rozó la escuadra de McGovern. Un primer aviso antes del primer gol.
Tras un disparo, el esférico golpeó en el brazo de Jonny Evans. El árbitro no lo dudó ni un instante y señaló la pena máxima, que no estaba exenta de polémica, ya que la pelota no toca la mano del defensor.
Ricardo Rodríguez se encargó de materializar el penalti, engañando a McGovern. Después del gol, Suiza se relajó, ya que avasalló a Irlanda del Norte desde que había comenzado la segunda parte.
Magennis y Brunt tuvieron las ocasiones más claras para el cuadro local. El primero cabeceó un centro, pero se fue desviado. El segundo lanzó una falta con la intención de colocarla en la escuadra, pero no obtuvo el premio del gol.
Al final, el tanto de Ricardo Rodríguez le valió a Suiza, que golpeó primero a Irlanda del Norte, aunque la dejó con vida. El cuadro visitante hizo valer el único tanto que se dio en el partido y está a solo un paso del Mundial de Rusia.