La eliminación en la fase de grupos de la pasda Eurocopa, tras sumar úncamente un putno contra Irlanda, y perder sus partidos contra Bélgica y, curiosamente, Italia, fue el punto y final para Zlatan Ibrahimovic con Suecia.
El 22 de junio de 2016, a las 22.45, Ibrahimovic se despidió de Suecia. Era el momento de hacerse a un lado. Suecia afrontó una profunda renovación, y se plantó en el camino a Rusia sin saber muy bien cómo resultaría el cambio.
Y resultó. Vaya si resultó. Firmó una fase clasificatoria excelente, contra todo pronóstico. Porque en su grupo estaban Holanda y Francia, además de Bulgaria, Luxemburgo y Bielorrusia. Dos 'cocos', dos 'marías' y un incómodo rival como es la Selección Búlgara.
Suecia terminó segunda de ese Grupo A, sólo por detrás de una Francia que estuvo a punto de caer en la repesca. Pero Suecia cayó contra Holanda (los de los Países Bajos tendrían que haber metido seis goles más), y Francia ganó por poco a Bielorrusia.
Tocaba pelear por una plaza en el Mundial que al principio era inesperada y que terminó siendo merecida. Su rival, nada menos que Italia. Y en 180 minutos Suecia dejó a la 'Azzurra' sin su tercer Mundial de su historia. Y sin sufrir en exceso.
Sueca ha demostrado saber reinventarse. Por ahora, volverán a un Mundial, una competición que no juegan desde Alemania 2006. Queda por ver cuán lejos llegará el combinado escandinavo.