Los cinco 'titanes' de Simeone son, y toquemos madera, Griezmann, Koke, Savic, Thomas y Correa. Sólo los dos primeros son titulares indiscutibles, el montenegrino alterna regularmente, y los otros son suplentes con afán de protagonismo. Revulsivos, vamos.
Comenzó la temporada con Cerci, Tiago y Moyà lesionados. Así, para abrir boca. Conforme pasaban las jornadas, la enfermería se fue llenando.
Augusto fue el primero en caer, y en caer fuerte. Otra lesión de rodilla que terminó con su temporada de forma precipitada. Luego llegó una hornada de lesiones musculares.
Giménez, Filipe Luis, Lucas Hernández o Godín cayeron lesionados por roturas musculares o golpes. La luxación de hombro de Oblak llegó en un momento sensible, pues Moyà apenas había salido de su propia lesión.
A Saúl, Carrasco, Gaitán y Gabi les llegó su turno más tarde. El golpe en la cabeza de Torres en Riazor añadió un extra de drama al problema.
Y para rematar, cayeron en el lapso de un par de semanas los dos laterales diestros, Vrsaljko y Juanfran. El colmo fue la lesión de Gameiro con su selección.
En las últimas fechas, Carrasco, con problemas en el hombro, y Giménez, otra vez lesionados, volvieron a caer. En total, sólo 5 se han librado de esta cruz.
Un verdadera plaga de lesiones que ha obligado a Simeone a improvisar y a colocar a jugadores en posiciones que no son las suyas. Lo más destacado es el cambio de Giménez.
El uruguayo ha pasado de ser central, a jugar como mediocentro defensivo (por las ausencias de Augusto y Tiago), a tener que hacer de lateral diestro. Se ha convertido en el Sergi Roberto de Simeone.