Setién lamenta el amargo sabor de boca que le deja el mal final de Las Palmas

"Nos queda una sensación triste porque ya no queda remedio, termina la temporada y es una pena porque hemos hecho cosas muy buenas a lo largo del campeonato que se han visto empañadas por este final que nos va a dejar un sabor de boca muy armado", dijo Setién, quien admitió en rueda de prensa que se va "tranquilo" porque ha hecho "un trabajo honrado".

El técnico cántabro indicó que ha puesto "la máxima dedicación" y consideró que la "inestabilidad que se ha generado" en el entorno del club ha afectado a su rendimiento, al igual que haber anunciado hace tiempo su decisión de no seguir en el equipo canario.

"Lo que ha pasado desde que anuncié que no iba a seguir habrá influido, pero ha habido otras cuestiones importantes que han afectado a la moral y el rendimiento del equipo, pero salvo algunos partidos al equipo le he seguido viendo igual", sostuvo.

De su futuro dijo que no iba a "hablar nada" porque "no es el momento", y sobre el partido de Riazor afirmó que venía "con muchas ganas al partido" con el objetivo de romper su sequía de victorias fuera de casa.

"El equipo en lo que sabe hacer ha estado bien, pero ha sido una pena el primer gol porque estábamos con buena disposición, prácticamente con el control del balón todo el partido, pero no hemos sabido definir mejor. Hemos sido prácticamente inofensivos y nos han penalizado los cuatro errores al principio, un lastre enorme, una repetición de muchos partidos fuera", dijo.

Setién destacó que sus jugadores han estado "comprometidos" hasta el final, han sido fieles a un "estilo de juego" y confirmó que Kevin Prince Boateng no pudo jugar en Riazor por una gastroenteritis y Bigas fue sustituido por lesión.