El partido fue un entrenamiento para el cuadro londinense. Partía como principal favorito ante uno de los rivales más flojos de la competición y había hambre tras volver a la máxima competición europea, por lo que el equipo de Conte salió a por el gol desde el minuto uno.
Y no tardó en encontrarlo, ya que Pedro, en el 3', logró abrir la lata con un disparo lejano que, aunque tocó Sehic pretendiendo despejarlo, iba con demasiada fuerza como para que no significara el primer gol del partido.
Después del tanto, el Qarabag, que no esperaba encajar tan rápido, comenzó a tener dudas a la hora de sacar el balón. El Chelsea no cedió en su presión intensa arriba y se llevó el premio gordo.
Llegada la primera media hora del encuentro, Zappacosta, con un centrochut bastante extraño, aprovechó una mala salida del portero rival para colocar un 2-0 que permanecería en el marcador hasta la segunda mitad.
Tras la reanudación, la historia fue similar... pero aún más cruel para el Qarabag. Azpilicueta, Bakayoko y Batshuayi colocaron el 5-0 antes de llegar al 75... y, para más castigo, Medvedev se anotó en propia cerca del fin del choque. Al final, 6-0, set en blanco para un Chelsea que apunta alto.