El fútbol modesto está molesto con Luis Rubiales, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles, hasta el punto de que están organizando una moción de censura.
Proliga, la patronal que representa a 315 equipos de Segunda B y Tercera, denuncia seis meses de evasivas por la AFE y exige una revisión del convenio de Segunda B redactado en 1989.
Al mismo tiempo, Proliga solicita la creación de un convenio para Tercera División, donde el 80 por ciento de los jugadores no están dados de alta en la Seguridad Social.
En este sentido, los futbolistas han redactado un escrito en el que solicitan a la AFE la convocatoria de una Asamblea General Extraordinaria, donde exigirán la dimisión de los actuales miembros de la junta directiva.