Corría el minuto 35 de partido, con el 0-1 en el marcador tras el gol de Jose Arnaiz con el 15', cuando todo ocurrió.
Roberto, guardameta del Mirandés, derribó a Raúl de Tomás en el área y el árbitro no dudó en señalar penalti.
Además, el meta recibió una amarilla, pero todo se complicó cuando vio la segunda tarjeta por pegar un pelotazo en su presencia, fuera de sí... Carlos Moreno se llevó otra amarilla por protestar y el Mirandés se vio obligado a hacer un cambio, quitando a Hervás para meter a Sergio Pérez.
El mismo De Tomás marcaría desde el punto de penalti para poner el 0-2 en el marcador. Roberto está siendo duramente criticado en las redes sociales por su falta de control.