El Girona demostró ayer que la ilusión de los recién ascendidos puede hacer daño a los grandes. Más aún si es el primer partido de la temporada...
No es la primera vez que un equipo recién llegado a la Primera española saca los colores al Atlético. La temporada pasada, sin ir más lejos, el club 'colchonero' comenzó su andadura ante el Alavés.
El conjunto vasco acababa de sellar su ascenso a Primera, pero iba a demostrar que los recién ascendidos también pueden dar mucha guerra. El Atlético empezó ganando con gol de Gameiro de penalti, pero Manu García se sacó un golazo de la manga y dejó el partido en tablas.
Esa misma temporada, sólo una jornada después, más de lo mismo... El Atlético se enfrentó al Leganés y, de nuevo, la cosa acabó con empate.
El objetivo del Atlético en esta ocasión era acabar con esa 'maldición' y empezar la campaña ganando al equipo recién ascendido que, de nuevo, el destino quiso que se cruzara en el estreno liguero de Simeone y compañía.
Tampoco pudo ser... Se confirma que la mezcla entre los recién ascendidos y el inicio de temporada no sienta muy bien al conjunto 'colchonero'.