De la mano de su padre, el popular entrenador boliviano Julio César Baldivieso, el pequeño Mauricio sintió en sus carnes el fútbol profesional cuando tan sólo era un niño. A su edad, el técnico confió en él durante un partido de su club, el Aurora boliviano... logrando un récord el 19 de julio de 2009.
La falta de lógica de la situación provocó que la propia directiva del club le prohibiera al técnico que alineara más a su hijo, motivo por el cual abandonaron el club poco después. Aunque, al ser esta marcha fruto de una decisión en caliente, el jugador decidió volver al equipo, algo que también hizo su padre.
Así pues, el jugador que debutó precozmente, también tuvo su primera salida de un equipo profesional y su primer reencuentro con la afición antes de cumplir los 15 años. Aurora le volvió a acoger en 2012, cuando el jugador había cumplido la quincena. Durante esta etapa sí que fue titular, anotando 3 goles y disputando 23 partidos como centrocampista.
Después de su primera aventura, el jugador, que apuntaba a estrella, se quedó estancado en el fútbol boliviano. Baldivieso nunca ha jugado en un equipo ajeno a su tierra natal, pues tras su paso por Aurora vistió los colores de Nacional Potosí, Universitario, Wilstermann y Club San José, equipo en el que milita actualmente.
En ninguno de los clubes por los que pasó tras defender la camiseta de Aurora triunfó. El equipo que más partidos le vio disputar fue Nacional de Potosí, conjunto con el que pisó el césped en un total de 16 ocasiones. Su carrera ha ido de menos a más... pero exponencialmente. Eso sí, debutó muy joven, por lo que aún tiene tiempo para enderezar su rumbo.