Ernesto Valverde llevaba varias semanas sin contar con el ex de Everton y Milan, salvando el último choque liguero en el Wanda. Ya no es que perdiera el pulso con Denis Suárez por la vacante de Dembélé, si no que, hasta la visita al Atlético, acumulaba casi un mes sin participar en ningún encuentro.
Sin embargo, el técnico le brindó una nueva oportunidad alineándolo como titular frente al Olympiakos. Y 'Deulo' respondió con creces. Se mostró activo, menos individualista de lo habitual e incluso fue el autor del centro que terminó introduciendo Nikolaou en su propia portería.
La alegría parecía volver a sus botas, igual que lo hizo durante su cesión en el Milan. Pero, cuando mejor le iba al canterano, llegó la acción que le cortaría las alas en el momento menos indicado.
Piqué quiso meter el 2-0 con la mano y el árbitro lo cazó. Segunda amarilla y a la calle, pero el central no fue el único perjudicado. En el descanso, sólo unos minutos más tarde de esas acción, Valverde sacrificó al extremo para dar entrada a Mascherano.
Así, entre Gerard's quedó la cosa. Uno, acostumbrado a rayar la perfección, pudo evitar una expulsión que mató al otro. Precisamente, dañó a alguien que no había mostrado su mejor versión hasta este partido.