"Hay un sentimiento contrariado. Por un lado la decepción del resultado, había mucha ilusión de hacer más. Por otro, agradecimiento a los jugadores por el partido y por todo el año y a la afición. Ha sido inolvidable. Club, equipo y afición pueden sentirse ganadores", comenzó diciendo el argentino.
Destacó el tercer gol como el que sentenció a los suyos. "En la segunda parte hubo buen equilibrio ante un rival con unas individualidades magníficas. El 3-1 fue clave, lo puso muy difícil, hizo clic en la final, pero no en mis jugadores. El plan era llegar al final con opciones, pero era complicado. Me siento orgulloso", apuntó Pellegrino.
Sobre su futuro, siguió sin soltar prenda. "La decisión está tomada. Ya dije que hablaría la próxima semana, posiblemente el lunes me sentaré con Sergio", insistió.
Volviendo al partido, le tocó analizar a Messi. "Marca diferencias, ya lo sabemos. En el fútbol moderno es muy difícil tener esa capacidad de definir, habilitar, de decidir partidos. Es fuera de lo normal", reconoció.
Y explicó la lección aprendida hoy. "El alto rendimiento es difícil. Lleva trabajo y hace falta carácter. Jugamos al límite de nuestras posibilidades. No bastó para ganar, pero sí para contagiar a nuestra gente. Carecimos de talento que sí tuvo el Barça. Fue un camino lindo", comentó Mauricio Pellegrino.
"Destaco el rendimiento de los jugadores. He usado a casi todos y fue muy difícil hacer un once y una convocatoria", añadió al respecto.
Y marcó como único objetivo a corto plazo el seguir en la élite. "El club, para sobrevivir y avanzar, debe permanecer en Primera. Nadie se volverá loco. Tiene que seguir en Primera varios años para crecer y este club tiene un contexto adecuado para ello", dijo Pellegrino, para finalizar.