Comenzó la tanda mal, con el héroe de la primera mitad, Anthony Martial, mandando su penalti al otro lado de la bahía. Era el aperitivo de lo que nos esperaba.
Porque en el siguiente, De Gea se lo detuvo a Kovacic, como haría en el segundo lanzamiento de los blancos a Óscar, uno de los muchos canteranos con los que terminó Zidane el partido.
Entre medias, Mctominay también falló su lanzamiento, detenido por Casilla. Hubo que esperar al tercer lanzamiento para ver goles.
Mkhitaryan anotó el suyo, y Quezada igualó la tanda. Entonces llegó el esperpento. Lindelöf fue a lanzar y... Bueno, es mejor verlo.
Lindelof, how is this guy an upgrade on Smalling. pic.twitter.com/sJlNMsJb51
— RAFAjnr (@Blueman_Rafa) 23 de julio de 2017
Y le llegó el turno a Theo Hernández. El Madrid tenía la oportunidad de ponerse por delante y... Bueno, es mejor verlo también.
Blind fue el siguiente en tirar, y lo hizo como Lindelöf, pero bien, con algo de rosca y engañando a un Casilla al que empezaban a pesar los saltos.
Casemiro tuvo en sus botas empatar la tanda y mandarla a la muerte súbita, pero el autor del gol del empate volvió a confiar en la potencia más que en la colocación y pegó un larguerazo que a buen seguro que aún sigue vibrando.
Se da la casualidad de que los tres últimos fallos los protagonizaron los tres actores del gol del empate. Lindelöf arrolló a un Theo que salió volando y Casemiro marcó el empate desde los once metros.