Desde el primer momento se le vio con ánimo protagonista. No ha habido prácticamente un gol en el que no se haya recurrido al VAR.
De hecho, llegó a tal punto, que la propia FIFA se vio obligada a justificar las decisiones del VAR en el Camerún-Chile, uno de los partidos claramente marcados por su uso.
Los aciertos predominan. Por ejemplo, en el gol anulado a Portugal en su debut contra México. Hubo fuera de juego, sí. Lo vio el VAR, pero aunque fue claro, hubo polémica.
Porque fue en la jugada, pero diez segundos antes del gol. Es decir, generó un nuevo debate: ¿hasta cuándo se puede remontar el VAR para anular una jugada?
En aquella, centró Moutinho, Pepe la tocó dentro del área, en fuera de juego, el balón fue a Cristiano, la reventó en el larguero, nuevo centro al área de André Gomes, churro y gol.
Desde que Moutinho centró hasta que André Gomes la puso de nuevo al área pasaron 10 segundos. Puede parecer poco, pero ya ven todo lo que ocurrió entre ambos instantes.
Polémica también hubo en el ya citado Cemrún-Chile. A la 'Roja' el VAR le quitó un gol, y le dio otro. Chile protestó tanto el primero, de Vargas, al filo del descanso, que hubo hasta un comunicado oficial, el único hasta la fecha.
El Australia-Alemania tuvo lo suyo. El VAR le dio un gol a Australia muy protestado por los germanos, quienes pedían mano del futbolista de las Antípodas. Pero, tras ver las repeticiones, se dictaminó que nada hubo.
El último episodio, por el momento, ha sido la bochornosa tangana que se ha vivido en el México-Nueva Zelanda. Una multitudinaria pelea que, de haber sido sancionada correctamente, habría tenido tres expulsados, como mínimo, en lugar de tres amonestados.
Un episodio que volvió a hacer que la multitud se pregunte para qué vale el VAR.
En definitiva, la tecnología se está ganando la aprobación, pero aún tiene mucho que pulir. Para empezar, la velocidad a la hora de tomar decisiones. Para seguir, la necesidad de usarlo en cada gol, algo que no hace sino crear situaciones incómodas y celebraciones en diferido.
Pero no olvidemos que es una tecnología aún en pañales. Hay margen de mejora, y tanto la FIFA como los espectadores esperan que lo haga con el uso.